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Gétur

sueños

obras

era de madrugada. había una reunión en mi casa. una amiga dijo creer haber visto afuera la silueta de algo muy grande moviéndose. nos asomamos todos por la ventana, y el estupor fue inmenso al darnos cuenta de que era un dirigible. no, eran dos. estaban siendo utilizados para transportar maquinarias frente a mi edificio. no tuvimos que preguntar para qué eran. a las pocas horas estaba montado todo un parque de diversiones en frente del edificio. estaba sumamente molesto por todo el ruido que generaba y por haber arruinado la vista que tenía.

me despierto, 9 de la madrugada. me asomo al balcón y veo con alivio que Disney no había destruido mi realidad para darle fantasías a los niños en uno de sus nuevos parques.

dos semanas después, es decir, hoy, me asomo al balcón y veo que están haciendo movimientos de tierra. no eran dirigibles, sino una pala mecánica y un camión de volteo. trago saliva.

2004-03-10@11:53

ingratitud canina

en una ciudad australiana no identificada. quiero regresar al sitio en donde me estoy alojando. me encuentro en el centro de la ciudad. tomo un autobús. voy reuniendo las monedas del pago, cuando me doy cuenta de que estaba contando bolívares en vez de centavos de dólar. vuelvo a empezar a contar esta vez las divisas correctas. en ese momento se monta en el autobús un perro, negro para más señas, y cuento las monedas necesarias para pagar también su pasaje. el perro se sienta atrás. al llegar a mi destino, una casa cercana a una carretera con monte a ambos lados del camino, más digna de un paisaje de Monagas que de Nueva Gales del Sur, me bajo, no sin antes llamar al perro para que se bajara. intenté convencerlo hablándole en su idioma (es decir, inglés) pero no quiso acompañarme. mientras el autobús partía, pensaba "malagradecido, ya te las verás negras cuando intentes regresar sin monedas a la ciudad".

2004-03-09@11:12