ingratitud canina
en una ciudad australiana no identificada. quiero regresar al sitio en donde me estoy alojando. me encuentro en el centro de la ciudad. tomo un autobús. voy reuniendo las monedas del pago, cuando me doy cuenta de que estaba contando bolívares en vez de centavos de dólar. vuelvo a empezar a contar esta vez las divisas correctas. en ese momento se monta en el autobús un perro, negro para más señas, y cuento las monedas necesarias para pagar también su pasaje. el perro se sienta atrás. al llegar a mi destino, una casa cercana a una carretera con monte a ambos lados del camino, más digna de un paisaje de Monagas que de Nueva Gales del Sur, me bajo, no sin antes llamar al perro para que se bajara. intenté convencerlo hablándole en su idioma (es decir, inglés) pero no quiso acompañarme. mientras el autobús partía, pensaba "malagradecido, ya te las verás negras cuando intentes regresar sin monedas a la ciudad".
2004-03-09@11:12
2004-03-09@11:12
8 comentarios
Adriano -
Adriano -
si un perro quiere usar el transporte publico .. lo menos que se puede esperar es que hagan lo propio y pagues !!!
no existe la vida de perro ... y si eciste estamos en igualdad de derechos ... a mi me ofrecieron una vida cuando naci lo mismo que al perro, pero nunca me dijeron que viviriamos de la misma manera .. jajajajajaja
saludos Juaquin !!!
Enrique -
Er!ka -
Marcel -
Antonio -
Luis Andrés -
No creo que haya "sueñologos", solo gente que por estar durmiendo no tuvo una profesión estable y decidió ganarse el pan con los pendejos que se despiertan intrigados.
Aspi -